lunes, 12 de abril de 2010

La pasión es resistencia por Lehior Bilbao
A raíz de “Patologías de la hiperexpresividad “ (F. Berardi)

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¿Cual es el problema, que tenemos al alcance de la mano demasiada información, que no sabemos gestionarla, que sabemos cosas que nos importan un bledo, que no llegamos a la información por el camino de la pasión?

Igual he encontrado la clave, y ha sido de carrerilla, no “wikipedizando” la reflexión. Malo será que para escribir me “wikiinforme”, y escriba lo ya escrito, piense lo ya pensado.

Cada mes 100 nuevas referencias en la Rockdelux, Ruta66, Mondo, Pitchfork, NME… y corriendo a descargar para poder hablar de ellas, eso sí, desde lugares comunes, porque cuando algo no está bien asimilado, es difícil argumentar una postura. Solo hay que ver la diferencia que existe cuando alguien habla de una referencia musical que si tiene interiorizada o cuando se habla de algo que no se ha filtrado al interior, si no que se ha quedado en el campo de las palabras comunes.

Cuando hay demasiados puntos de luz puede llegar un momento en el que no veamos nada. Como dijo una vez un sabio chino, demasiada luz puede cegarnos.

Esta no es una época de mayor velocidad, solo de mayor cantidad de luces de navidad, de estímulos fugaces que a diferencia de las estrellas fugaces no nos hacen desear ni soñar. Se está eliminando la capacidad de estar ARREBATADO con algo, como con los cromos de la película de mi amado Zulueta. Las horas que ha pasado Zulueta mirando por su ventana del ático, a la bahía que cuando se la mira con atención, más allá del encuadre de postal tantos misterios esconde. Cuantas imágenes sacadas de ese atento mirar. Un millón de estímulos, pensamientos, sentimientos del arrebato, un solo punto. Esta es la clave, poder pasar por el agujero de una cerradura y ver que en el otro lado hay otro mundo con otra puerta al fondo. Concentrar para expandir, para concentrar para expandir…. La pasión arrebatadora no dejará que nos sobrecarguen los flujos de hiperexpresividad.